Si bien en Occidente el Tantra es
vinculado casi en su totalidad a la unión sexual sacralizada cabe aclarar que
esta corresponde al Ritual Maithuna y es una práctica que solo realizan algunas
de las corrientes del Tantrismo, no todas. Aquí, en Occidente, se popularizó
una suerte de neo-tantrismo pero esta escuela espiritual es mucho más amplia.
Tantra quiere decir “tejido” o continuidad
y su significado está vinculado a la continuidad entre lo material y lo
espiritual o a la idea de Sutra o tejido de ideas o aforismos. Los primeros
textos tántricos aparecieron alrededor del siglo IV pero cobró más popularidad
entre los siglos VII y VIII dc. Estos generaron nuevas formas espirituales
dentro del Hinduismo y dentro del Budismo (se trata del Budismo Vajrayana, más
conocido como Budismo Tibetano).
Dentro de esta línea el cuerpo deja de ser
reprimido y se lo considera un vehículo para el desarrollo de la
espiritualidad. La energía sexual toma entonces una connotación diferente y se
la emplea para como fuerza digna de ser transmutada y elevada. En muchos
templos de la India se pueden encontrar
muchas imágenes de sexualidad sagrada.
En este despliegue de lo corporal surge el
Hatha Yoga, aparecen las posturas (asanas) y la arquitectura energética del
cuerpo se describe a través de los chakras o centros de energía, los nadis o
canales de energía, la energía Kundalini y aparecen los distintos tipos de
Pranayama (técnicas de control de la energía vital a través de la respiración)
destinados en gran medida a despertar a la energía Kundalini.
Un texto sagrado, el Vigñana Bhairava Tantra (el discernimiento
intuitivo de la realidad última) contiene un gran número de prácticas de
concentración y meditación.
Fuente: Fausto Frank